Este libro, escrito por Alejandro Canales, representa una interesante y novedosa propuesta para comprender el creciente descontento frente a la migración internacional en las sociedades avanzadas. El autor propone diversos elementos que contribuyen a entender el origen del actual dilema que ellas enfrentan, representado por el hecho de que solo le pueden dar una respuesta a la migración dentro de los parámetros políticos, sociales y demográficos desde los cuales se estructura como tal.

Retomando a Bauman, el texto comienza problematizando la construcción de la figura del inmigrante en tanto sujeto extraño, que se da como efecto de un proceso político que se configura en contextos de sociedades posmodernas. Para esto, Canales plantea que la figura del extraño no es nueva, lo que parece nuevo es la sensación de malestar que ella provoca. En estas sociedades posmodernas dicho malestar se manifiesta en el hecho de que únicamente se puede lidiar con esta figura manifestando un profundo descontento frente a ella. Ante esto, el autor se propone indagar en aquellos elementos que constituyen la categoría del extraño, partiendo de la idea de que la «extrañeidad del extraño» no se construye necesariamente en referencia a los límites territoriales, sino más bien en relación con fronteras culturales internas de la misma sociedad.

Actualmente, la sociedad posmoderna se constituye como el campo de representación a partir del cual se configura la figura del extraño, lo que insta a superar ejes de debate articulados en anteriores sociedades modernas. En estas últimas la «extrañeidad» representaba una categoría en tránsito por la cual pasaba el inmigrante y que se resolvía mediante su asimilación o expulsión. En este contexto, el libro propone una tesis interesante porque analiza la configuración de la figura del extraño dentro de los márgenes de la sociedad posmoderna, de la que este ha pasado a formar parte en tanto elemento constitutivo de ella, lo cual para el autor representa la base originaria del malestar con las migraciones. Sin embargo, a contrapunto de lo que habría ocurrido en las sociedades modernas e industriales del siglo XX, Canales señala que los extraños son útiles y necesarios a esta posmodernidad precisamente en su calidad de extraños, esto es, sin un horizonte que pueda derivar en su asimilación o expulsión. Se requieren como fuerza de trabajo dócil, debilitada, que pueda acomodarse a las necesidades líquidas y cambiantes de la sociedad posmoderna.

El libro es una invitación teórica y epistemológica en la que el estudio de la migración no es solo un fin en sí mismo, sino también un medio de entendimiento de la sociedad contemporánea. Revela la importancia de no perder de vista que con el estudio de las migraciones lo que se busca en el fondo es entender problemas de la sociedad contemporánea. La migración internacional, según el autor, debe comprenderse en una doble dimensión: por un lado, como objeto de observación; y por otro, como un medio para el entendimiento de la sociedad en su conjunto. Para lograr este doble propósito, Canales retoma algunas reflexiones derivadas del enfoque de la reproducción en el análisis de las migraciones, lo cual implica incorporar una visión estructural y de largo plazo sobre el papel de ellas en la reproducción y evolución de la sociedad en su conjunto. Esto implica, según el autor, considerar dos premisas centrales: sustentar la visión totalizante de los fenómenos sociales, es decir, comprender a la sociedad como un todo complejo; y en segundo término, incorporar una visión longitudinal de los procesos, que incluya su evolución y su dinámica en el tiempo.

El libro se plantea desmitificar el contenido -en apariencia- tramposo que forma parte de los diversos análisis en torno a la relación entre migración y desarrollo, el cual se basa en un discurso hegemonizado por parte de los países receptores y que, a juicio del autor, presenta las siguientes cuatro limitaciones: 1) se tiende a sobrevalorar el impacto de las remesas; 2) predomina una visión utilitarista del migrante por sobre una visión social y de derechos; 3) se han dejado fuera del debate las causas estructurales de la migración, y 4) han derivado en una distorsión de la cuestión de los derechos. Asimismo, agrega que estas limitaciones llevan a los países receptores a tomar decisiones de política pública en dos ámbitos: reducir la migración, para de esta manera asegurar derechos; o aceptar una inmigración masiva, pero en contextos de irregularidad y alta vulnerabilidad social. Ante esto, el autor plantea que una perspectiva crítica respecto del vínculo entre migración y desarrollo debe considerar a la primera en cuanto a su papel fundamental en la transformación y modernización de la estructura económica y de los mercados de trabajo en las economías del Norte. Y agrega que estas últimas se sustentan en una demanda de fuerza de trabajo barata, flexible y desregulada, aportada en gran medida por la migración internacional. En tanto, en lo que respecta al análisis de las remesas, la perspectiva crítica permite alejarse de las visiones optimistas respecto de su impacto en los países de origen, planteando que ellas tienen un efecto limitado en la promoción del desarrollo y la reducción de la pobreza.

El autor prosigue el análisis planteando cuatro tesis en relación con el vínculo entre migración y desarrollo. La primera refiere a que en un mundo globalizado la migración y el desarrollo se deben entender desde una perspectiva global. Esto implica concebir la migración como un proceso intrínseco de la sociedad y como parte constitutiva de la sociedad global. Su segunda tesis plantea que a cada modelo de acumulación capitalista le corresponde su propio modelo de migración internacional, partiendo de la base de que en el capitalismo la migración siempre ha sido parte de los procesos de reproducción y acumulación de capital, así como de la fuerza de trabajo para el capital. La tercera tesis intenta desmitificar que la causa estructurante de la migración sea la falta desarrollo, cuando más bien lo es el estilo de desarrollo e integración de la economía global. El autor plantea que el origen de dicha causa no radica tanto en las condiciones de pobreza y marginación existentes en los países de origen, sino en la prevalencia de un estilo de desarrollo que acentúa las desigualdades sociales entre los países y las regiones. En tanto, la cuarta tesis plantea que las migraciones no solo contribuyen a la reproducción de las sociedades sino también a su transformación, y precisamente sobre este hecho se articula el malestar frente a las migraciones.

A partir de estas cuatro tesis, el autor plantea que resulta relevante arribar a una visión global y comprehensiva de las migraciones en la sociedad contemporánea, y concebirla como un medio para la comprensión del proceso de constitución y reproducción de la sociedad en tres ámbitos específicos: en primer término, como parte de un proceso de configuración de un régimen global de reproducción demográfica; en segundo, como componente de la reproducción de una estructura de clases y de la desigualdad en la sociedad global; y en tercero, como parte de la reproducción simple y ampliada de la economía y el capital.

En el primer ámbito, plantea la tesis de que «a través de la migración internacional se configura un sistema global de reproducción demográfica basado en la complementariedad de la dinámica poblacional de las regiones de origen (países en vías de desarrollo) con la dinámica en los países de destino (sociedades desarrolladas). En los países emisores, el Bono Demográfico genera un excedente de la población activa. En los países receptores, el envejecimiento y la disminución de las tasas de natalidad y fecundidad generan brechas y déficits en la población en edad de trabajar» (p. 149). Ambos regímenes se complementan entre sí y se integran mediante la migración como un sistema global de reproducción demográfica. El corolario es que en las sociedades avanzadas receptoras de migrantes este sistema global de reproducción se expresa como un proceso de reemplazo demográfico.

En el segundo ámbito, el autor plantea la tesis de que las migraciones configuran un doble proceso de transferencias económicas. Por un lado, son una forma de transferencia de fuerza de trabajo de las comunidades de origen a las economías desarrolladas. Por otro lado, las remesas y otros bienes y servicios que envían los migrantes constituyen un flujo en sentido inverso que contribuye a la reproducción social de los inmigrantes, sus familias y comunidades de origen. «Este sistema de transferencias económicas vincula la reproducción de la fuerza de trabajo migrante en los lugares de origen, con la reproducción del capital y la economía en las sociedades de destino, contribuyendo así, a la reproducción del capitalismo como sistema económico y productivo global» (p. 181).

Por último, en el tercer plano la tesis es que, mediante su creciente participación en los trabajos y las ocupaciones propios de la reproducción social, los migrantes contribuyen a sustentar la reproducción social de la población de clases medias y altas de las sociedades de destino. Asimismo, las mismas redes sociales y transnacionales que sustentan la migración, junto con las remesas, contribuyen a dar sustento social y material a la reproducción de ella como fuerza de trabajo para el capital, esto es, como clase trabajadora. De esta forma, la migración configura un sistema de relaciones entre clases sociales que trasciende y traspasa las fronteras nacionales. «Como proceso social, la migración constituye un mecanismo que contribuye a la reproducción de la estructura de clases y de diferenciación social en el mundo global. Articula en un mismo proceso las condiciones y dinámicas de la reproducción social en los países de origen con las condiciones y dinámicas de la reproducción social en los países de destino» (p. 207).

Para cada uno de estos planos de análisis el autor, además de desarrollar argumentos teóricos y lógicos que dan sentido a estas tesis, presenta una amplia y profusa evidencia empírica que las sustenta.

Finalmente, en el último capítulo del libro, Canales utiliza los diversos elementos planteados a lo largo del texto para proponer una tesis interesante: «el envejecimiento y declive demográfico en las sociedades avanzadas hacen que la dinámica económica y la reproducción social de la población dependan directamente de los aportes que hace la inmigración. Sin embargo, estos mismos procesos demográficos propician una transformación étnica de sus actuales equilibrios sociales y demográficos» (p. 249). Con esta propuesta, el autor plantea el dilema político que enfrentan las sociedades avanzadas, representado por el hecho de que para asegurar su reproducción necesariamente deben abrirse a la inmigración, y esto las llevará inevitablemente a constituirse en sociedades multiculturales, lo cual trastoca por completo el actual balance demográfico de mayorías y minorías étnicas y sociales, como ya se está observando en Europa y Estados Unidos, y que abre paso al renacimiento del racismo y la xenofobia.

El libro integra de manera muy lúcida un análisis de tipo cultural/étnico con uno de tipo económico/social/demográfico; y junto con esto, describe el dilema al que actualmente se enfrentan las sociedades posmodernas en su intento de dar respuesta a los efectos de la migración internacional, los cuales tienen una gran incidencia en el proceso de transformación de la composición étnica de la sociedad, y de alteración de los equilibrios demográficos, políticos y sociales ◊

Notas al pie:
  • 1

    El malestar con las migraciones. Perspectivas desde el Sur. Alejandro I. Canales. Doctorado en Estudios Latinoamericanos, Universidad Nacional Autónoma de México. Barcelona: Anthropos Editorial, 2021.

Historial:
  • » Recibido: 10/09/2022
  • » Aceptado: 05/12/2022
  • » : 04/04/2023» : 2023Jan-Jun