¿Cuáles son las condiciones político-económicas que han dado lugar a la multiplicación de conflictos socioambientales en México? ¿Por qué estos conflictos emergen en algunos contextos locales y regionales y no en otros? ¿Cómo se construyen las agencias colectivas de resistencia al despojo y la contaminación? ¿Cuáles son las alternativas que vienen de abajo? Estas son las preguntas que están en el trasfondo de este libro. El objetivo no es intentar contestarlas de manera definitiva, sino más bien entrar en los debates al respecto para reunir diversos acercamientos de investigación empírica e indagación teórica; acercamientos que se nutren de los estudios críticos del desarrollo, la ecología política, el ecomarxismo y la antropología social. Los enfoques van desde los estudios de caso en contextos locales y regionales específicos hasta el análisis histórico-estructural y sectorial a nivel nacional. El hilo conductor es el análisis crítico.
El libro está organizado en tres secciones, además de la introducción y un apartado para abordar conclusiones. La introducción, escrita por los tres coordinadores, ofrece un análisis panorámico de los conflictos socioambientales y alternativas en México, y sitúa el país en el contexto regional de América Latina. La primera sección agrupa tres textos cuyo enfoque principal es el ámbito nacional.
En el capítulo 1, escrito por Darcy Tetreault, hace una distinción entre tres conceptos interrelacionados: problemas ambientales, conflictos socioambientales y movimientos socioambientales, con referencia a estudios de caso a nivel local en México para propósitos ilustrativos. Además, se distingue entre dos prototipos de ecologismo: materialista y posmaterialista, vinculando el primero con los conflictos y alternativas abordados en este libro.
En el capítulo 2, Humberto Márquez Covarrubias trata la centralidad del capital rentista en la economía mundial y el auge que ha cobrado en el patrón de acumulación en México, basado en la transferencia sistemática de plusvalor al exterior mediante la sobreexplotación del trabajo y la dilapidación de recursos naturales. Su análisis se enfoca en la apertura de espacios de valorización para el capital rentista mediante la imposición de un estado permanente de acumulación originaria, con la violencia y el despojo que entraña la privatización de bienes nacionales y comunales, acompañada con la abrogación de derechos laborales y sociales. En este análisis, los proyectos extractivos saquean recursos naturales relativamente escasos, como el petróleo y minerales, con métodos depredadores de ecosistemas y comunidades. Con todo, se desarrolla el argumento de que la centralidad del capital rentista vulnera las bases materiales para la reproducción social, lo que significa la subsunción de la vida humana ante las prerrogativas del capital.
En el capítulo 3, James Cypher analiza las reformas recientes aplicadas al sector energético para abrirlo a las inversiones privadas y extranjeras. El autor considera que esta iniciativa es el cambio más radical hecho a la economía mexicana desde la aprobación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a principios de la década de los noventa del siglo pasado. Además, argumenta que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha arreglado la venta de las reservas de hidrocarburos del país de tal manera que se privilegie la transferencia de estos bienes públicos a la oligarquía mexicana. Al mismo tiempo, ve que el gobierno de Peña Nieto y la oligarquía mexicana en general promueven alianzas estratégicas con las compañías petroleras transnacionales como un medio para tener acceso a las tecnologías de punta que manejan para explotar aguas profundas y reservas de gas de lutita. La gran iniciativa privatizadora se explica en términos de la institucionalización de una mentalidad de bonancismo económico, lo que da continuidad a una cultura históricamente enraizada en el saqueo y el rentismo desde la Conquista. Cypher nota que ya han brotado nuevos conflictos en torno a la construcción de infraestructura para la extracción y transportación de hidrocarburos en diferentes partes del país, particularmente en los estados de Morelos y Puebla; y predice que estos conflictos se multiplicarán conforme las inversiones privadas empiecen a fluir hacia nuevos proyectos de extracción, refinación y transporte, con múltiples consecuencias ambientales predecibles; entre las más alarmantes está la contaminación y sobreexplotación del agua.
Los cuatro estudios de caso incluidos en la segunda sección de este libro tratan de la construcción de parques eólicos en el Istmo de Tehuantepec, la construcción de la presa El Zapotillo en los Altos de Jalisco, la contaminación industrial del río Santiago por descargas del corredor industrial Ocotlán-El Salto y la sobreexplotación de los acuíferos en la región centro del estado de Zacatecas, en ese orden. Estos estudios de caso, junto con los tres que se incluyen en la tercera sección del libro, sobre alternativas, han sido seleccionados con el criterio de ofrecer la oportunidad de examinar y contrastar diversas causas inmediatas de conflictividad en diferentes regiones del país. Además, se escogieron para permitir el análisis de conflictos y alternativas en diversos sectores de la economía, por ejemplo: energía renovable (capítulo 4), industria manufacturera (capítulo 6), turismo (capítulo 8), minería (capítulo 9) y agricultura (capítulo 10). El agua recibe mucha atención desde diferentes ángulos: contaminación, explotación y construcción de infraestructura hidráulica (capítulos 5, 6 y 7), no solo por ser el líquido esencial para la vida, sino también porque es pertinente para múltiples sectores de la economía.
El capítulo 4, escrito por Carlos Federico Lucio López, analiza los conflictos en torno a la construcción de parques eólicos en las comunidades indígenas localizadas en la costa del estado de Oaxaca, en una región que forma parte del Istmo de Tehuantepec. Aunque la energía eólica se considere verde o limpia, Lucio explica cómo la construcción de parques eólicos y sus líneas de transmisión, con la operación de miles de aerogeneradores, puede tener impactos ambientales negativos en ecosistemas sensibles o frágiles como el macrosistema lagunar huave y la población local. Más aún, puesto que estos parques los construyen grandes compañías transnacionales con el apoyo de un gobierno federal comprometido con el objetivo de hacer crecer la producción de formas renovables de energía, las relaciones de poder con las poblaciones locales afectadas son extremadamente desiguales, lo que se traduce en irregularidades en el establecimiento de los contratos de arrendamiento de tierras, la compra de líderes locales y servidores públicos para beneficiar a las empresas y el incumplimiento de las compensaciones económicas acordadas por las afectaciones generadas durante la fase de construcción. A través de un análisis etnográfico de la resistencia organizada en dos comunidades afectadas por estos parques, Unión Hidalgo y San Dionisio del Mar, Lucio ilustra la centralidad de la etnoterritorialidad en la formación de agencia colectiva para luchar contra la construcción de los parques eólicos, argumentando que la dimensión simbólica es igual o más importante que los factores económicos y políticos para entender el proceso de resistencia indígena y defensa territorial.
En el segundo estudio de caso presentado en esta sección del libro (capítulo 5), Darcy Tetreault y Anahí Copitzy Gómez Fuentes analizan el movimiento de resistencia en contra de la presa El Zapotillo, en los Altos de Jalisco. Después de contextualizar este gran proyecto hidráulico en un breve recorrido histórico de la construcción de presas en México, y de analizar de manera crítica los criterios que se encuentran detrás de este proyecto en particular, los autores centran su investigación en la formación política de la resistencia organizada en Temacapulín, el más grande de los tres pueblos amenazados con la inundación. Siguiendo una pista metodológica de Gerardo Otero, buscan explicar la formación política y la evolución de esta agencia colectiva de resistencia a través de tres lentes cruciales: la cultura regional, los estilos de liderazgo y la mediación del Estado.
En el capítulo 6, Cindy McCulligh examina la regulación ambiental en el caso del río Santiago, cuya trayectoria desde el lago de Chapala hasta la periferia de la zona metropolitana de Guadalajara se ha convertido en un alcantarillado abierto para recibir efluentes tóxicos de uno de los corredores industriales más importantes del país. McCulligh observa que, si bien la legislación ambiental ha sido fortalecida durante la época neoliberal y las agencias gubernamentales ponen mucho énfasis en asuntos ambientales en el discurso oficial, esto no se ha traducido en el control efectivo de la contaminación del agua en el río Santiago. Su investigación examina cómo las leyes ambientales y las normas no son aplicadas en México para asegurar que los intereses empresariales predominen, lo que refleja la prioridad máxima de crear condiciones favorables para atraer y retener inversión extranjera directa. Argumenta que la laxa aplicación de las leyes ambientales constituye una especie de corrupción institucionalizada, con referencia no a actos ilícitos individuales, sino más bien «a sesgos en la generación y aplicación de las normas ambientales que favorecen el interés privado sobre el bien común». En un análisis cuidadosamente documentado sobre las normas para la calidad de efluentes industriales y de la vigilancia de descargas de aguas residuales, demuestra que no existe un control gubernamental efectivo sobre la contaminación industrial del río Santiago, y desacredita el mito de que las compañías transnacionales se autorregulan al cumplir con sus propios estándares, que supuestamente son más altos que los estipulados por la legislación mexicana. En este caso, el movimiento para sanear el río Santiago queda en el trasfondo, para poner en el centro del análisis las relaciones de poder que prevalecen entre el Estado y agentes privados, donde los segundos tienen el poder de moldear el contenido y la aplicación de las regulaciones ambientales de acuerdo con sus propios intereses.
El último estudio de caso que se presenta en la segunda sección del libro -el capítulo 7, escrito por Darcy Tetreault - trata de la crisis del agua en la zona conurbada de Zacatecas y Guadalupe (ZCZG). Se presenta como un caso de «no conflicto» frente a condiciones objetivas de crisis e injusticia ambientales. El análisis empieza con un breve recorrido histórico de los problemas de abastecimiento y contaminación del agua en Zacatecas, desde su fundación como enclave minero a mediados del siglo XVI hasta el presente, con énfasis en la transición del periodo de desarrollismo nacional e industrialización por sustitución de importaciones al actual periodo neoliberal. De allí, se esbozan tres dimensiones de la crisis de agua en y alrededor de la ZCZG: 1) la sobreexplotación de los acuíferos que abastecen a la ciudad; 2) la contaminación de aguas superficiales y subterráneas, y 3) una distribución desigual e injusta. Se evidencia que la crisis se ha profundizado en estas tres dimensiones durante la época neoliberal, sin despertar resistencia colectiva por parte de los pobladores locales, en primer lugar por el desconocimiento de la misma crisis.
En la tercera sección de este libro se presentan tres estudios de caso sobre la construcción de alternativas desde abajo. Los tres tratan de alternativas que se construyen en el campo, en distintos contextos geográficos, ambientales y culturales. En el capítulo 8, María Félix Quezada Ramírez examina un proyecto de ecoturismo basado en la gestión comunitaria, en torno a las aguas termales de Tlacotlapilco, una comunidad otomí localizada en el Valle del
Mezquital, en el estado de Hidalgo. Allí, a pesar de que la propiedad de la tierra no es comunal o ejidal, los pobladores locales lograron apropiarse colectivamente de las aguas termales y construir infraestructura para un parque acuático que atrae a cientos de miles de visitantes al año, con beneficios ampliamente distribuidos entre ellos. Quezada Ramírez examina cómo la recuperación y renovación de formas tradicionales de autogobierno indígena han jugado un papel central en el éxito de esta experiencia, incluso con respecto a la participación y el liderazgo de mujeres, además de incorporar mecanismos para facilitar la participación de la población migrante transnacional. En la base de esta alternativa se encuentra una asamblea que sirve como espacio democrático para la toma de decisiones; el establecimiento de criterios claros para obtener/retener la ciudadanía comunitaria y para ser socio del parque acuático, y de los derechos y las obligaciones correspondientes; un sistema para rotar los papeles administrativos y de liderazgo; y un sistema para realizar trabajos comunitarios de manera colectiva (faena). El éxito de esta experiencia tiene mucho que ver con la presencia de un bien natural atractivo para el ecoturismo (aguas termales), las acciones colectivas para poner en común este recurso, la existencia anterior de formas indígenas de autogobierno, y su remodelación a través de la praxis.
En el capítulo 9, Salvador Aquino Centeno analiza la resistencia de comunidades zapotecas a los proyectos de megaminería y la construcción de alternativas en el estado de Oaxaca, a través de un análisis histórico de la conformación de los territorios y las tensiones en los mismos que giran en torno a las categorías de clase, raza, etnicidad y género. Para Aquino, los territorios «son lugares históricamente construidos, sitios de la memoria y la identidad donde radican y viven las historias de pueblos y comunidades de manera que su deterioro se convierte en fuente de tensión». Su análisis se enfoca en el caso de Capulálpam, una comunidad indígena de la Sierra Zapoteca de Oaxaca. Siendo miembro de esta comunidad, el autor ha participado en la resistencia colectiva contra los planes de la empresa canadiense Continuum Resources de reiniciar y ampliar las actividades mineras en el territorio comunal. A partir de esta experiencia, y con un enfoque histórico-antropológico, explica cómo la configuración jurídica del territorio y la construcción simbólica de la territorialidad de las comunidades indígenas de la Sierra Zapoteca han venido conformándose desde tiempos coloniales hasta la fecha, en una relación contradictoria con el Estado que facilita la explotación de recursos naturales y de mano de obra barata, al mismo tiempo que otorga a las poblaciones locales espacios institucionales en la reforma agraria y los gobiernos municipales. En Capulálpam, así como en otras comunidades de la Sierra Zapoteca, el traslape de las jurisdicciones agraria y municipal presenta un caso singular de integralidad territorial, es decir, la comunidad se reconoce como un núcleo agrario y un municipio con el mismo territorio. Esta situación ha permitido a los miembros de la comunidad incorporar las figuras jurídicas de ambas instituciones a la estructura de cargos comunitarios elegidos en asamblea, además de llevar a cabo acciones jurídicas en defensa de sus bienes comunes. Sin embargo, como nos relata Aquino Centeno, no ha sido fácil debido a los prejuicios que permean las leyes y agencias ambientales de gobierno en contra del control local de territorios indígenas y a favor de la explotación minera, además de los programas de conservación de la biodiversidad y el combate al cambio climático que vienen desde arriba. Por eso, consta la necesidad del trabajo «silencioso pero efectivo» de las comunidades para proteger los ecosistemas comunitarios a través del sistema tradicional de cargos, que «requiere la movilización de mucha energía que es inyectada a los territorios para su protección y permanencia».
En el capítulo 10, Carlos Federico Lucio López analiza la producción tradicional de mezcal alrededor del Nevado de Colima, en el sur del estado de Jalisco, a través de un acercamiento etnográfico chayanoviano que busca investigar la multifuncionalidad del agave en agrosistemas complejos y su papel en la reproducción de familias campesinas. Lucio contextualiza su estudio de caso en un análisis global de la producción de destilados de agave en México; compara el manejo tradicional de agave con el manejo intensivo vinculado a la producción industrial de destilados de agave, tomando en cuenta los aspectos tecnológicos que inciden en la calidad del producto y en sus repercusiones ambientales y sociales. Observa que la producción tradicional de mezcal ha crecido de manera tan espectacular en años recientes, que se percibe como una amenaza para los intereses de los grandes productores industriales. De esta manera, da a entender por qué las normas que regulan la comercialización de mezcal dentro del esquema de denominación de origen operan en contra de los pequeños productores. El estudio de caso se sitúa en una de las principales regiones bioculturales de Jalisco donde se conservan diversas prácticas de manejo y aprovechamiento de los bienes naturales, particularmente con la producción tradicional de mezcal, y donde la colaboración entre familias productoras y agentes externos que ha servido como puente hacia mercados de comercio justo ha dado como resultado una experiencia relativamente exitosa. A partir de este análisis, Lucio argumenta que la identificación, el fomento y la promoción de las prácticas de manejo tradicional de los bienes naturales debe considerarse como un recurso esencial para la conservación de la diversidad biocultural, además de una estrategia de resistencia campesina frente a los grandes procesos de cercamiento, desposesión y descampesinización.
Con todo, los estudios de caso incluidos en este libro buscan arrojar luz sobre las causas históricas y político-económicas del deterioro ambiental, las razones por las cuales los conflictos socioambientales aparecen en algunos lugares y no en otros, y cómo se organiza la resistencia colectiva en contextos locales y regionales específicos. Por cierto, los estudios de caso no han sido seleccionados para controlar las variables de modo estricto, tal como se implica por el método de concordancia y el método indirecto de diferencia de Mills. Sin embargo, al reunirlos en esta colección editada, se busca sentar las bases para poder comparar, por ejemplo, situaciones de conflicto versus situaciones de no conflicto, resistencias y alternativas indígenas versus no indígenas, y luchas defensivas versus la construcción de alternativas. Sobre estas líneas, el último apartado del libro pretende extraer una serie de conclusiones que se pueden derivar de un análisis global de los estudios reunidos; analiza brevemente la construcción de alternativas en áreas urbanas, y termina con algunas reflexiones sobre la situación política actual de México◊
- » : 15/12/2021» : 2021Jan-Jun