Gracias al doctor Enrique Cárdenas por convidarme a estar aquí, a ser parte de este seminario que, entre otros méritos, tiene el de ser pertinente en forma y fondo, lo que me lleva a agradecer asimismo al doctor Mauricio Merino; que suceda en la Universidad de Guadalajara es parte de lo que ya de por sí se ha obtenido con este ejercicio. La economía no es un atributo de las deidades que despachan en el altiplano del país; se piensa, se hace, se reflexiona también desde acá, con un ingrediente extra, y acá significa cualquier sitio ajeno a la capital del país. Perdón, Mauricio, ya conoces mi necedad; acá convivimos con necedades, son parte de nuestra vida social y política de una forma no única, sólo particular, pero forma parte del todo porque acá también es un todo en sí mismo. Por eso, gracias también al CUCEA y su rector, el maestro Gustavo Padilla, por tener aquí este seminario; a la División de Economía y Sociedad y su Departamento de Estudios Regionales-Ineser. Refrendan que en un mundo en el que la velocidad del pasar de las cosas parece el valor máximo.

En la UDG se abre espacio para pensar y dialogar sin dejar de hacer. Este seminario sobre el estado de la economía mexicana y sus perspectivas, sus condiciones actuales y estructurales para un crecimiento sostenido, tuvo un inicio que fue una especie de brújula, y me da gusto que ha sido el eje alrededor del que ha girado este seminario: la presentación del libro The Mexican economy, del doctor Enrique Cárdenas, que por lo demás es magnífico; se deja leer como una novela de las buenas, no porque refiera algunas ficciones, sino porque basta comenzar a leerlo para no detenerse; lo que aún no decido es si este ensayo, puesto en calidad de novela, es del género negro, policiaco, de horror, costumbrista o naturalista, digamos, como la obra de Émile Zola, por aquello del determinismo que nos impele fatalmente como nación a obrar en la economía en sentido contrario a lo que se requiere para un crecimiento sostenido, y que además sea justamente repartido, de la publicación del doctor Cárdenas. Felicidades, Enrique.

Tomo una parte que reseña lo que podemos considerar componentes de las condiciones estructurales de la economía nacional; perdón si la traducción incurre en la ya muy conocida manía de traicionar, según el dicho italiano. Y lo cito: «La política económica está cercanamente relacionada con el desempeño económico general de México y con la polarización que se ha ensanchado en los años recientes»; después afirma que «hacer de México una nación unificada y más balanceada es uno de los más grandes desafíos que la élite política debe enfrentar», termina la cita. Para lo que se necesita una visión de largo plazo, para lo que se requiere un liderazgo político fuerte, dispuesto a desempeñar su papel y encontrar nuevos compromisos políticos, nos dice el doctor. Y más adelante señala una de las transformaciones más urgentes que debe experimentar la tal élite política: estar más dispuesta a servir a la gente; perdón, se me antoja un anacronismo con la traducción literal del vocablo: «más dispuesta a servir al pueblo en vez de servirse a sí misma». Sin duda es un asunto que es estructura de la estructura.

He aquí otra de las relevancias de este seminario: lo pensado y dicho es para la atención, no únicamente de economistas, con las exquisiteces que de repente los aíslan, así como hace el doctor Cárdenas Sánchez, y digo sus dos apellidos porque los dos para mí son centrales en mi vida; como hace él en su texto, que además de aportar datos e información rigurosa y relevante, es un recorrido histórico, una máquina del tiempo cuya locomotora narrativa es la economía, con escalas en lo político y en lo social, para lo que las cifras económicas son reflejo y viceversa. Por supuesto, hablaré de The Mexican economy, pero no puedo resistir hacer un comentario más cuando leo los recursos que dejaron la Nueva España para financiar a la España metrópoli; está en el libro, se antoja intensamente recurrir al ahora tristemente clásico, sí, que la madre patria nos pida perdón, aunque después, en distintos pasajes, de siglo en siglo hasta el régimen actual, y con idéntica intensidad, se impone el deseo de que muchos otros locales, con nombre y apellido, nos pidan perdón y que se lo neguemos; derrocharon, y ahora mismo, mientras pasa este seminario, lo hacen sin vergüenza, habidos a la ignorancia y la perversidad.

Lo anterior es la parte que a mí correspondió, a manera de introducción. Después me dijeron que tenía que hacer una especie de narración de lo que sucedió en el seminario; haré un recorrido bastante injusto porque fue muy rico, mucho más allá de lo que mi capacidad de escritura veloz y mi retentiva son capaces de reflejar.

Bueno, iniciamos, por supuesto, con la presentación del estupendo libro del doctor Cárdenas, y que, insisto, me parece un acierto que todo haya girado alrededor de esa reflexión, porque a final de cuentas aplica aquello de Séneca: la historia, maestra de la vida. Así que, doctor Mauricio Merino, me gustó mucho cómo dijo que construir la confianza se hace por micras, pero de un golpe se pueden destruir kilómetros de la acumulación de esas micras -y la confianza es algo que atraviesa la narrativa de Enrique en su libro-; y de ahí, el doctor Merino pasó a hacer un distingo, que parecería obvio, al menos en este salón, pero en la práctica no: no es lo mismo una institución que una persona, y si lo traducimos al lenguaje cotidiano, el presidente de la República no es la república, no es el Estado mexicano, y de ahí, nos dijo Mauricio, instituciones débiles son parte de la vulnerabilidad de la economía; es decir, no se quedó en la reflexión política, enlazó muy bien, y creo que podemos concordar con él en que parte de lo que ha sido la economía. Ese perdón que nos deben pedir tiene que ver con la vulnerabilidad de las instituciones. Así, la calidad de las instituciones tiene que ver con el Estado de derecho, y éste con la confianza, y la confianza con la posibilidad de que la economía se desarrolle adecuadamente.

Después, yo no tuve la oportunidad de escucharla y llegué tarde; Rogelio Gómez Hermosillo me distrajo durante media hora, y no tuve la oportunidad, doctora Asmara, de escuchar su intervención. Qué bueno, porque así se salva de este pésimo resumen que estoy haciendo de las otras; sé, porque conozco su trabajo, que debe de haber sido inteligente y, sin duda, importante.

De ahí pasamos al otro tema del seminario: Gobernanza y Crecimiento Económico. Luis de la Calle nos habló de Enrique, un poco lo que ya mencioné; claro que lo dije más torpemente que él como cronista de la economía mexicana, y la economía no puede disociarse de los procesos sociales y políticos. Y Luis nos dijo también: una sociedad que progresa favorece el intercambio; hizo énfasis en el intercambio, incluso dijo del intercambio de las ideas, como está sucediendo en este seminario. El desarrollo, agregó, lo deben construir los mexicanos, y dicho por Luis de la Calle, por un economista de ese calibre, no es un dicho menor; yo sugiero para el resto de los mexicanos que no tuvimos la oportunidad de tener semejante doctorado, que le tomemos la palabra: el desarrollo lo deben construir los mexicanos, no nos va a caer del cielo, no va a salir únicamente de las páginas de los artículos económicos. Y se fue también un poco por el rumbo que antes tomó Mauricio; comentó que es imperativo tener órganos reguladores de excelencia, es decir, instituciones; después nos habló, y creo que fue una gran aportación conocer de primera mano, de alguien que estuvo en la primera negociación del primer tratado de libre comercio, esos acuerdos de índole simetría-asimetría: fue asimétrica la negociación, fue simétrica la puesta en marcha, me parece que es un concepto que permite hacer lo que me encanta con los académicos: decirles que ojalá se pongan a estudiarlo; pero ahí creo que Luis nos dio una gran pista, nos habló también de una de las taras -yo anoté tara, él no la mencionó así-, la casuística con la que solemos enfrentar los problemas versus los principios generales que son requeridos para en verdad resolver los problemas; necesitamos reglas de aplicación general, es decir, poner principios por delante. Y nos hizo, con eso terminó su parte, un buen intercambio; dijo: generalmente aplicamos los principios para la política y los intereses para la economía; cambiémoslo, pongamos principios en la economía, intereses en lo político, me parece que fue luminoso en este sentido.

Después correspondió el turno a Lourdes Melgar, a través de Zoom. Y también, uniéndose un poco a las ideas que están en el libro de Enrique, dijo que el futuro de México pasa por nuestra natural identificación con Latinoamérica; pero debemos estrechar lazos, de manera lógica, con Estados Unidos. Me gustó mucho su intervención, y de todos los participantes fue la más enfática en que la política climática está atada a la política económica; y de ahí pasó a que en la política energética es primordial, si es que queremos, como se decía en esa mesa, gobernanza y crecimiento económico. Y se regresó, no lo hizo intencionalmente, pero dijo que estamos resolviendo, en términos energéticos, empresa por empresa; es decir, otra vez vamos a cosas particulares en lugar de valernos de principios generales que atiendan a nuestros intereses políticos, lo uno con esa noción de Luis de la Calle. Aseguró que, en la geopolítica, en el contexto político, todavía no somos tan capaces de entendernos en él y saber qué papel desempeñamos; será muy relevante tenerlo ahí, y puso una muestra, dijo: ya dejemos de considerarnos -no lo dijo así, reduzco yo-: no somos una economía petrolera y el régimen insiste en vernos como una economía petrolera, es hora de vernos en un contexto más amplio. Habló de los costos de la electricidad, que son mucho más altos; en fin, que debemos poner en la mesa, y lo enlazo una vez más con aquello de los principios generales, qué si es negociable y qué no lo es. Llegar a esa decisión sólo va a ser posible si nos atenemos a los principios.

En la siguiente mesa, la 4, Los Factores Sociales para el Crecimiento, Rogelio Gómez Hermosillo nos hizo una presentación basada, soportada en pobreza y derechos sociales, presente y su perspectiva. Nos rememoró algo ya conocido que conviene refrendar constantemente para que no se convierta sólo en parte del paisaje, sino que sea una especie de motor; tenemos una pobreza que está estancada, que sube y baja, pero al final de cuentas se mantiene. Me gustó un concepto que usó, seguramente será de su creación, la «programitis» que nos aqueja; cada seis años inventamos un programa que va, cuando menos, a paliar la pobreza, y no sucede. Hizo énfasis interesantes en la pobreza laboral e ingresos insuficientes, ni para la canasta básica, ni para la canasta alimentaria alcanza, y en que la seguridad social es excluyente, termina excluyendo. Añadió un dato: excluye al menos a la mitad de la población que trabaja, no tenemos un sistema de bienestar, tenemos algo de seguridad social y además no resuelve, nos dijo Rogelio. Hizo algo muy interesante, al menos yo no lo había escuchado, con esta manía que tenemos de poner todo en blanco y negro, sí o no, y dijo, así lo traduzco: la formalidad y la informalidad son un péndulo, y de repente estamos en un lado, y estamos todos como individuos, como sujetos económicos en la formalidad, y de repente en la informalidad. Me parece que eso de plantearlo y estudiarlo como lo expresó Rogelio nos dará pistas para solucionar; no es que debamos, y perdón, Rogelio, si te malinterpreté, ya me reclamarás, no es que atendamos a los informales porque al cabo los formales están bien, no, es que todos en algún punto estamos en alguna de las partes -está asintiendo, así que descansa mi alma.

Después el doctor Eduardo González Pier, que tocó el tema de salud, hizo una reflexión sobre el libro de Enrique Cárdenas y dijo: la política social y la económica van de la mano, y luego apretó la tuerca hacia su área de conocimiento y afirmó: el vínculo entre la economía y la salud es evidente y ahí está, y si atendemos una atendemos la otra; no es que cuando nos vaya bien vamos a atender la salud, es también mi interpretación: o atendemos la salud o la economía jamás va a ir como queremos. Y de ahí pasó a decirnos que los primeros mil días, incluidos los que corresponden al embarazo, determinan la relación con y el aporte del individuo a la economía; lo que sucede desde el embarazo y hasta los primeros días marca fatalmente el destino de esa persona. Enrique lo ha estudiado desde la desigualdad, que es una de las fatalidades que nos tienen como nos tienen, y después habló de las disparidades; luego de esto de ver lo que implican esos primeros días dijo que hay disparidades económicas Norte-Sur, y esas disparidades se notan. Nos dio datos también sobre las condiciones de salud de la población, y mencionó las brechas. El reto, nos dijo, es deshacernos de esta división entre salud y economía, de la indefinición de las reglas, y así identificar el hacer de cada actor en este sistema de salud, que tiene que ver también con el sistema económico.

Luego la doctora Rosa Rojas, en el tema de educación, se fue por el tema de lo que se demanda de los sistemas educativos, y terminó con la educación superior. Dice: hay el derecho a la educación, e hizo una división entre lo que llamamos el derecho a la educación y el derecho humano a la educación, y colocó a la educación como un bien público; lo que implica que no sólo es un asunto conceptual, implica que es responsabilidad del Estado garantizar su financiamiento. Después nos preguntó si estamos cumpliendo con que la educación sea un bien público; ella cree que no, y nos dio información; tan no es un bien público que en temas de electricidad y de agua no estamos bien, y fue enfática: estoy hablando sólo de datos de inventario, no de funcionamiento, que en la escuela digan que tienen una llave no implica que si le damos vuelta salga agua. También dijo que hay un tema con la trayectoria, cuántos inician en el sistema educativo y cuántos acaban el proceso completo, siguen siendo muy pocos. Así, tenemos, dijo, un sistema débil, incompleto; hemos perdido, desde ahí, principios éticos, cosas que se plantearon en los noventa. Nos recordó cómo la perspectiva de género y estos mismos principios éticos se han ido diluyendo, han ido desapareciendo, y no hemos obtenido nada a cambio; bueno, sí, una población cada vez menos educada y un tejido social cada vez más laxo, si no es que roto en algunos puntos. ¿Estamos tarde? Preguntó. ¿Tenemos políticas claras y congruentes? ¿Qué creen que respondió? Dijo la doctora: «no las tenemos», así que necesitamos un nuevo modelo; se nos ha venido encima este modelo de la nueva escuela, a pesar de todos estos problemas, el modelo de la nueva escuela mexicana no atiende eso que ya venía mal, y ni siquiera propone un futuro. Dijo algo para mí muy relevante, que debemos anotar y tomar conciencia de que como sociedad no estamos en el debate educativo nacional, y con gran elegancia, creo que impelida por el afán de historiadora, dijo nos vamos a visitar otra vez a Rousseau y el pacto social, quizá hay algo que podamos encontrar que favorezca el tránsito en el que estamos. Y tenemos, a final de cuentas, una educación, dijo, insuficiente, desigual, de baja calidad; estamos lejos de lo que propone la UNESCO para el nuevo escenario de 2050, que por lo demás ya está a la vuelta de la esquina. A final de cuentas, pongo una palabra que ella usó y me gustó como remate: «incertidumbre», que me parece que dialoga muy bien con el concepto de confianza, que ha sido parte de este seminario.

Así llegamos a la mesa Contexto y Condicionantes del Crecimiento, que horrorizó al doctor Antonio Ruiz Porras, y a mí más. Jonathan Heath nos habló de la inversión, la gran ausente en esta fiesta, y es textual; la pública ha tenido una caída sistemática; la privada, que se desplomó durante la pandemia, se ha recuperado algo, pero en términos generales, nos dijo, «está estancada». Después anunció que hay poca profundidad financiera, eso nos lleva a poca penetración crediticia, y no tenemos activos financieros suficientes, ergo, no hay inversión, y lo pone como asunto central. Mencionó que la vivienda se fue a ese sector de la economía por lo que significa; habló de las características de la vivienda y de la mala planeación de ésta, tenemos una demanda inelástica, y la respuesta para todo esto, nos avisó, no está únicamente en la política monetaria, hay muchas otras cosas que debemos atender y no va a ser sólo a través de atender la política monetaria. Esto que él ve como una de las condicionantes para el crecimiento es la inversión, y también tocó la exportación.

Carlos Urzúa, en su turno, primero reconoció ante todos nosotros que es cliente de Amazon, y habló de las condicionantes y los factores exportación e inversión, y dijo que hemos sido buenos para incrementar la exportación. Después nos mencionó las relaciones de diplomacia de Estados Unidos, los insultos maternos que le ha prodigado a China en un momento, a México en otro; señaló que de pronto vemos demasiado hacia la industria, pero ahí está el sector agropecuario, en el que somos una potencia. Y después habló de la inversión; hay que verla por sectores, fue lo que nos comentó. Sobre la construcción y el desglose que de ella hizo Jonathan Heath entre residencial y no residencial, y las implicaciones que esto tiene, nos dijo Carlos Urzúa sus cifras mágicas: la inversión, como él la ve, debería corresponder a un cuarto del PIB, y de ese cuarto debería ser 20% privada y 5% pública. Y como dijo cifras mágicas, seguramente tiene ya su Amazon Prime para pedirlas, por favor, y que nos lleguen también. Carlos Urzúa nos preguntó por qué cae la inversión pública, y apuntó que por falta dinero, necesitamos modificar el sistema tributario, y nos dijo qué fue lo que propuso Víctor Urquidi hacia los años sesenta del siglo pasado, la gran oportunidad que desperdiciamos; y habló de otro artículo que quizá también podamos pedir a distancia, dijo: quien venga a dirigir el país necesita tener visión de Estado, pero está muy escasa; con eso cerró su participación, y yo las notas de la participación de Carlos Urzúa. Pero antes, anotó algo también interesante, que todavía no nos llega el agua al cuello, así que fue optimista; pero hay que adelantarnos al problema de la inversión, del sistema tributario y las pensiones; sí, mencionó asimismo las pensiones, así que fue optimista, y no sólo eso, nos dijo por dónde podríamos empezar a atender esto, que no todo es la política monetaria según nos adelantó Jonathan Heath.

El doctor Antonio Ruiz Porras nos contó, en torno al capítulo sexto del libro de Enrique Cárdenas, las condiciones particulares de la frontera, lo bueno y lo malo que hay con tener esos tres mil kilómetros de colindancia con Estados Unidos, y sobre el comercio exterior, su importancia y la dependencia que la economía mexicana tiene de él. Nos explicó la relación que hay entre comercio y crecimiento económico, la evolución del comercio y de la economía mexicana, nos dio el ejemplo de una crisis del comercio que se tradujo en una crisis económica, y después nos hizo un pronóstico para 2023. Se refirió a la desaceleración económica de este país de desigualdades; dijo que los sectores más golpeados por la crisis fueron los que albergan más empleo, y su recuperación ha sido dispareja. Pero se va a revertir, anunció con cierto grado de optimismo; respecto a la desaceleración económica, sin embargo, debemos ya pensar en un sexenio perdido, de crecimiento cero; así que preguntó al final ¿qué hacer? Y respondió: mejorar la inversión, el gasto público y las pensiones. Fue lo que el doctor Ruiz Porras nos propuso al final.

El seminario fue muy rico, se pensó adecuadamente. En él se bajó de los conceptos a las cosas aterrizadas, la calidad de los participantes es de destacar y que suceda en la Universidad de Guadalajara es de resaltar. Me parece que de aquí salen varias pistas, no sólo para entender, para diagnosticar, sino también para prever y ponernos a hacer.

Gracias a la Universidad de Guadalajara por invitarme, gracias a ustedes por esperar hasta este momento final. Enrique, un privilegio, como siempre, estar cerca de ti; doctor Antonio, muchísimas gracias. Buenas tardes.

Historial:
  • » Recibido: 06/07/2023
  • » Aceptado: 28/08/2023
  • » : 16/05/2024» : 2024Jan-Jun