Las migraciones siempre han estado relacionadas con las desigualdades. En un mundo en que la distribución de la riqueza es cada vez más dispar, los movimientos migratorios se aceleran, a la vez que reproducen las lógicas capitalistas de exclusión entre las personas que tienen recursos para emigrar y aquellas que solo tienen la necesidad de hacerlo. Esto se observa, por ejemplo, en las diferencias que se reproducen entre las personas que pueden trasladarse de manera segura y las que no cuentan con los medios ni los contactos para hacerlo. En muchos casos sufren violaciones a los derechos humanos y hasta llegan a arriesgar su vida al intentar el inicio de una nueva vida con dignidad.

Estos patrones de exclusión que pueden llevar de una u otra manera a la emigración no solo se han discutido teóricamente (por ejemplo, Aksakal, 2020) sino que se han evidenciado en forma empírica a nivel mundial, pero encuentran su particular expresión en la región de América Latina (por ejemplo, López-Roldán y Fachelli, 2021). La sociedad latinoamericana y caribeña se caracteriza por ser la más desigual del mundo; reconocida por una fractura social que, a partir de la diferencia distributiva de los recursos económicos, marginaliza a gran parte de sus ciudadanos del acceso a derechos como pueden ser la salud o la educación (Busso y Messina, 2020). En la actualidad, la movilidad social es muy baja, así que la emigración aparece más como esperanzadora que como una oportunidad real de salir de la pobreza, lo cual genera que en muchos casos se pase de una «matriz de dominación» (Hill-Collins, 2000) a otra. Con esto queremos decir que el cambio de país no necesariamente garantiza la superación de la opresión. Estas desigualdades, acompañadas de los papeles que desempeñan los Estados y la sociedad civil, se visibilizaron con mayor profundidad en la crisis causada por la pandemia de covid-19, que dejó aún más al descubierto las tensiones distributivas que vive nuestra región: de género, de clase, racistas y ambientales, entre otras.

Los artículos seleccionados para este número de la Carta Económica Regional nos permiten ver diferentes panoramas latinoamericanos, además de reconocer la posición de vulnerabilidad en que la condición migrante pone a les latinoamericanes en Latinoamérica y en Europa, con una fuerte impronta en visibilizar las consecuencias que la pandemia de coronavirus ha tenido sobre esta población. Por otro lado, destacan la vulnerabilización sistemática que ciudadanes latinoamericanes y caribeñes sufren en sus propios países, en los de tránsito y en los de destino, y resaltan algunas dinámicas típicas e identifican factores centrales y actores responsables. Al mismo tiempo, este número de la revista no pierde la oportunidad de dar espacio al análisis de las estrategias reactivas que les migrantes mismes desarrollan para conquistar sus derechos. En relación con lo anterior, es fundamental hacer una referencia especial a la lucha de las mujeres latinoamericanas, que en los últimos años han intensificado sus demandas contra el sometimiento vivido como producto del patriarcado. En estos debates las mujeres migrantes interseccionan un cúmulo de desigualdades que en ocasiones son también motor para la transformación y la continuidad en las luchas.

Los cambios originados en el activismo migrante principalmente femenino a causa del covid-19 son objeto de estudio del artículo «Tejiendo redes, solidaridades y resistencias: una mirada a la actuación de colectivos de mujeres y disidencias migrantes latinoamericanas durante la pandemia». Esta investigación multidimensional realizada por María del Carmen Villarreal Villamar, Jobana Moya Aramayo y Corina Demarchi analiza las reacciones a la pandemia de cinco colectivos de mujeres y disidencias sexuales y de género migrantes en Argentina, Brasil, Chile y Bolivia, y describe la nueva gramática del activismo y la resistencia migrante originada por la crisis.

La interacción entre asociaciones de migrantes e instituciones y organizaciones locales, nacionales, inter y transnacionales hacia un mejoramiento de la condición de vida de sus representades es objeto de la investigación de Sergio Caggiano y Federico Rodrigo. En su artículo «La política migrante en la política local. Asociaciones y partidos políticos durante la covid-19» analizan el influjo de la dinámica político-partidaria local en el trabajo y desarrollo de la comunidad senegalesa y venezolana en La Plata (Buenos Aires).

Por su parte, la investigación cualitativa realizada por Ezequiel Fernández Bravo y presentada en el artículo «La regularización migratoria en los márgenes del Estado: un análisis de caso de las consultorías migrantes en tiempos de covid-19» describe los desafíos de quien desde la sociedad civil integra a la institucionalidad estatal. La perspectiva histórica tomada por el autor sobre el desarrollo de las políticas públicas y las prácticas burocráticas y administrativas a que se enfrentan les migrantes permite no solo comprender mayormente la actualidad sino también identificar el impacto que tuvo la digitalización impulsada por la pandemia.

El distanciamiento físico, considerado necesario para limitar la difusión del coronavirus, ha impactado también en la vida cotidiana en forma individual. Maria Catarina Chitolina Zanini, en su artículo «Inmovilidad, miedo e incertidumbre: brasileños en Italia (y Europa) durante la pandemia de covid-19, 2020-2021», da voz a migrantes brasileños que en esos años vivían en diferentes países europeos, quienes cuentan sus experiencias en el proceso de transición de la pandemia del coronavirus.

Por último, el artículo «Migración y vulnerabilidad en el Caribe: los casos de Cuba y Haití», de Edel J. Fresneda, tematiza la «dispersión transnacional de la vulnerabilidad» observando y comparando la migración haitiana y cubana hacia el Sur y el Norte global. Gracias al carácter transnacional de su investigación, el autor llega a identificar cinco problemas fundamentales que fijan personas migrantes en una posición de vulnerabilidad, tendencialmente igual dependiendo del país latinoamericano al que se dirigen, como demuestran las investigaciones presentadas a continuación sobre la situación y los desafíos de les migrantes en diferentes regiones de Latinoamérica y Europa.

Esperamos que en esta ocasión se encuentren con una compilación que nos provea de herramientas para que podamos seguir interrogando los panoramas latinoamericanos atendiendo a las desigualdades contextuales y situadas como uno de los principales flagelos de la sociedades contemporáneas.

Referencias
  • Aksakal, M. (2020). Warum verlassen Menschen ihre Lebensorte? Ein Überblick über Ansätze zur Erklärung der Initiierung von Wanderung. En Faist, T., Bilecen, B., Schmidt, K. y Ulbricht, C. (eds.), Soziologie der Migration. Eine systematische Einführung (pp. 97-124). Berlin: De Gruyter Oldenbourg.
  • Busso, M. y Messina, J. (2020). La crisis de la desigualdad. América Latina y el Caribe en la encrucijada. Banco Interamericano de Desarrollo (BID). https://downloadapi.paperflite.com/api/2.0/shared_url/5f5a34b00554381a7db130d0/asset/5f5a34af0554381a7db130cf/download
  • Hill-Collins, P. (2000). Black feminist thought: knowledge, consciousness and the politics of empowerment. New York: Routledge.
  • López-Roldán, P. y Fachelli, S. (eds.) (2021). Towards a comparative analysis of social inequalities between Europe and Latin America. Cham: Springer.
  • Nejamkis, L., Conti, L. y Aksakal, M. (eds.) (2021). (Re)pensando el vínculo entre migración y crisis. Perspectivas desde América Latina y Europa. Buenos Aires: CLACSO.
Historial:
  • » : 28/03/2023» : 2023Jan-Jun